A.
He viajado al pasado, hasta donde tomar contacto con mi
enfermedad. Lo hice conscientemente, tomando el riesgo de quedar atrapado una
vez más por ella. Pero era necesario ya que había alguien a quién rescatar.
Alguien que residía en el mismo lugar. No existe otra forma de devolver a
alguien a la realidad que entrar en su estado, mostrarse como él. Caminar el
delgado filo de la locura junto a él. Quienes hemos estado allí, atravesando su
momento más neurálgico, conocemos del estrés que ocasiona; se pierde quilos, se
teme a la muerte, se siente pánico, se sufre una angustia que provoca ahogo y
el llanto sale a gritos. La confusión entra en escena y se pierde de vista todo
objetivo posible. Casi no hay forma de confiar en que se puede volver a salir, la
lucha consigo mismo parece interminable. Se agotan los mecanismos defensivos y
el terror invade todo el cuerpo. Podría decir que he estado compartiendo la
locura por un tiempo. Pero tenía una coartada. Lo hice por alguien que merecía
que pasara por allí y que vería que se llega a ese estado por amor. Y que de
ese estado se sale con ese mismo mecanismo. El amor es el mecanismo de defensa
más potente que se haya visto. Es desestimado muchas veces, por tratarse de un
sentimiento del cual se abusa, poéticamente, filosóficamente, y no se toma en
cuenta como una herramienta de reparación, de auto-curación. Muy pocas veces se
lo valora desde ese lugar del cual ha sido desalojado. Podría decir que hemos
tocado fondo, y que era necesario para verificar determinadas cosas que estaban
ocultas, hipocretisadas, veladas de mentiras tan bien contadas que parecían
verdades absolutas. Esa es la apariencia de esta realidad conducida por un
montón de genocidas disfrazados de buena gente. Pero la luz siempre se
encuentra, aún cuando se cree estar en
la oscuridad profunda. Ahí es cuando comienza a surgir a la luz, eso que se
llama esperanza, auto-sanación, es la materia productora de la biología, la
psicología, la energía que somos. Allí he estado un tiempo, hace bien poco. Por
ese alguien que merece comprender que siempre hay alguien capaz de correr ese
riesgo, solo por verle la sonrisa un instante. Para ello, hay que ser cruel
muchas veces. Decir y actuar formas incompresibles, que aparentan odio, rencor,
bronca. Pero que son solamente estrategias. Ahora hay que esperar. El tiempo
hará lo suyo. Y no espero devoluciones. No he ido a esa región con la intención
de obtener nada personal. El riesgo fue tomado porque cuando se salva uno nos
salvamos todos. Esas personas que se encuentran en el medio, y que no se
atreven a dar el último paso porque sospechan lo peor, son quienes me seducen.
Dirán muchos que mi altruismo tiene algo de suicida. Pero la muerte certifica
la vida. Y no somos tan poderosos como para determinar el fin. Esto es
discutible, comprendo. Pero es un inicio. La confrontación con el miedo nos
devolverá la consciencia. Y esta ganará poco a poco terreno a la no
consciencia. Despertamos de repente. Ese despertar es la vida. Hay que enfermar
para valorar la salud. Hay que correrse a los límites para mirar el otro lado y
decidir. El borde es camino. La intensidad con que se viven determinados
acontecimientos nos hace posibles de ser salvos. Somos uno en todos. Somos el
todo encerrado en nosotros. Encontrar el equilibrio se vuelve obligatorio. Hoy
que he regresado dejando atrás a quien deberá encontrar su propio camino de
regreso estará odiándome. No me importa. El tiempo nos devolverá el encuentro.
Tengo confianza. Confianza en su coraje. Cuando ya no hay nada que perder se vuelve
toda ganancia. Existen determinadas claves en ese camino de regreso. Fueron
sembradas pistas. Las hallará. Lo sé. Reconocerá trampas que ni soñaba que
existía que alguien fuera capaz de ponerlas. Pero las visualizará. Las sorteará
con la alegría del descubrirse capaz. La auto-estima tomará dimensión casi
imperceptiblemente. Pasará frente a un espejo en cual nunca se había mirado. Y
se verá. Reconociéndose. Se sonreirá y habrá comprendido al fin que nada está
perdido.
(Ojalá las palabras lleguen a destino y puedan representar
los sentimientos…)